viernes, 30 de noviembre de 2012

Vinos de culto


Hay algunos vinos por los que dedicados y entusiastas seguidores están dispuestos a pagar una gran suma de dinero y obtenerlos más para ostentar una especie de trofeo que por el simple hecho de consumir la bebida. Esos son los vinos de cultoVinos especiales, difíciles de conseguir ya sea por su costo o por su escasez o por ambas, y muy apreciados por distinguidos catadores y fervorosos aficionados.
Es muy común encontrar seguidores de culto en todas las áreas de la cultura, como en el cine, la televisión, los cómics y los videojuegos, y por definición, estos son seguidores muy apasionados y activos de un producto específico que muchas veces no alcanza el reconocimiento masivo o popular, pero esta designación para los aficionados a determinados tipos de vino es relativamente reciente y su origen no está del todo claro. Ahora vamos a ver qué son los vinos de culto y cuáles son los principales de ellos.
VINOS DE CULTO Y VINOS CAROS
Existen sólo unos cuantos tipos de vinos considerados vinos de culto, y el aspecto más curioso de esto es que si bien son muy difíciles de conseguir y, por lo tanto muy costosos, no siempre hay una relación directa entre el precio y la calidad. De hecho, la calidad de los vinos de culto es un aspecto secundario ya que, en numerosas ocasiones, los compradores de estos costosos vinos no planean beberlos sino coleccionarlos. Esto ha generado incluso un singular y paradójico fenómeno de que algunos productores de vino encuentran dificultad en vender un vino que cuesta 75 dólares y al subir el precio a 125 dólares aumentan sus ventas.
Es necesario diferenciar a aquellos vinos que son caros por su prestigio, por su particular cosecha o por su elaboración, de los vinos de culto, que se caracterizan por ser costosos también, pero no tanto por su elaboración, sino por una serie de factores circunstanciales como la producción en pequeñas cantidades y, generalmente, una reseña muy elogiosa en publicaciones especializadas
Hay algunas regiones vitivinícolas que se destacan especialmente por la producción de vinos de culto, principalmente California y Burdeos, pero también otras regiones de Francia como Borgoña y Ródano, y otras en Italia y Australia.
En la región de California la mayoría de los vinos de culto son provenientes del Valle de Napa y habitualmente, aunque no siempre, son de la variedad cabernet. Su limitada producción nunca supera las 600 cajas; los principales vinos de culto de esta región son:

Araujo

Un vino biodinámico que incluye las variedades cabernet sauvignon, sauvignon blanc, syrah y viognier, y ha sido muy apreciado por publicaciones especializadas e incluido en la lista de mejores vinos estatales por el prestigioso crítico Robert Parker Jr.

Harlan Estate

Este vino es producido al estilo de los vinos de Burdeos, principalmente en la mezcla de variedades de uvas, aunque desde el año 1998 todas sus cosechas han sido 100% cabernet sasuvignon. Es considerado uno de los más refinados vinos de culto.

Grace Family

También un vino biodinámico y producido orgánicamente.

Screaming Eagle

Es producido en las variedades cabernet sauvignon, merlot, cabernet franc y petite verdot. La cosecha del año 1992 recibió 99 puntos por parte de Robert Parker de acuerdo a su método de los 100 puntos, y esto sumado a su escasa producción lo volvió el vino más apreciado y costoso de los elaborados en el Valle de Napa.

Vinos de culto de Burdeos

Los vinos de culto de la región de Burdeos son mayoritariamente aquellos que han sido altamente calificados de acuerdo a la clasificación oficial del vino de Burdeos de 1855, generalmente también basados en la producción de la variedad cabernet. Suelen tener niveles de producción mayores que los vinos de culto de California. Algunos de ellos son:

Château Lafite Rothschild

Este es uno de los vinos más caros del mundo y de los más codiciados por coleccionistas e inversores, incluyendo una botella de la cosecha 1787 que perteneció a Thomas Jefferson y se vendió en 160 mil dólares en 1985.

Château Latour

Otro vino destacado de la región de Burdeos que también ha marcado un record con la venta de una de sus botellas: en el año 2011 una botella de Château Latour Impériale de 6 litros fue vendida en más de 200 mil dólares.

Otros vinos de culto

Otro vino de culto destacado es el de la bodega Penfolds Grange de Australia, producido principalmente a partir de la variedad syrah y en menor porcentaje de cabernet sauvignon. A diferencia de los otros vinos de culto que provienen de un viñedo específico, este vino es producido con uvas cosechadas a lo largo de varias regiones, por lo que su composición cambia año a año, aunque muchos consideran que a pesar de esto el vino Penfolds Grange posee un carácter distintivo propio. (Fuente: El Gran catador)


domingo, 24 de junio de 2012

Vinos de altura (Francesco Zaratti)

La elevada altura sobre el nivel del mar es, sin duda, un gran obstáculo para las actividades humanas; las fisiológicas, las económicas y hasta las diplomáticas.

Bolivia es considerado un país de altura, “el país altiplánico” según la prensa extranjera, no obstante que la mitad de su territorio esté en el llano. A esa condición se atribuye, generalmente, la lentitud de nuestro desarrollo, agravada por la ausencia de una salida al mar. No ocurre lo mismo con la sociedad, en la que la gente alta suele ser considerada aventajada respecto de la baja, si damos crédito a algunas expresiones del habla corriente, como estar o no estar “a la altura”. Asimismo, las personas más bajas —hacía notar agudamente Milton Berle— sufren el intolerable perjuicio de que “cuando llueve son las últimas en saberlo”.

De manera similar, Bolivia posee algunas ventajas notables con relación al hecho de que no todos los países están “a su altura”. Una es la condición de “laboratorio natural”: la claridad del cielo y el menor espesor de la atmósfera permiten instalar los mejores observatorios astronómicos y climáticos en sitios elevados. Otra ventaja ha sido recientemente difundida por algunos medios con el tema de los “vinos de altura”.

Desde un tiempo a esta parte, algunas bodegas tarijeñas han estado publicitando sus vinos con ese título, pero la referencia era básicamente alegórica: “de altura” en el sentido “de calidad”. Hace algunos años, visité las bodegas de esos vinos y pude comprobar que sus dueños desconocían el contenido real y el potencial de esa propaganda. En realidad, el vino producido en altura tiene cualidades que lo hacen preferible a otros vinos.

Una de esas propiedades es el elevado contenido de “resveratrol”, un compuesto químico que ha saltado a la fama a raíz de algunos estudios que lo relacionan con la baja incidencia de enfermedades del aparado digestivo en la población francesa, la mayor consumidora de vinos tintos en el mundo. Pero ¿qué tiene que ver el resveratrol con la altura? Mucho. Sucede que esa sustancia se forma por efecto de la radiación ultravioleta (RUV) sobre la cáscara de la uva, de manera que a mayor altura, mayor RUV y, por tanto, mayor cantidad de resveratrol en el vino tinto.

Sin embargo, las cosas en la naturaleza no siempre son así de simples. Gracias a un proyecto sugerido por el Laboratorio de Física de la Atmósfera de la UMSA y realizado por el Dr. Marco Taquichiri de la Universidad de Tarija, se ha verificado no sólo que el contenido de resveratrol se incrementa  con la altura, sino que algunas cepas logran sintetizar esa sustancia en mayor cantidad que otras, en similares condiciones ambientales. Sin embargo, se podría objetar que, si de tomar resveratrol se trata, bastaría ingerir tabletas de ese compuesto, existentes en el mercado y a bajo costo. Pero no es lo mismo tomar resveratrol en el vino tinto que ingerirlo en tabletas, y no sólo por razones hedonísticas, debido a que en la presencia de otros compuestos naturales en el vino tinto, junto al resveratrol, parece estar el origen de esa propiedad terapéutica.

De igual manera, si de tomar vino tinto y verdaderamente “de altura” se trata, hay que buscar que esas propiedades estén acompañadas por una mejora de la calidad de los vinos nacionales, porque, que yo sepa, nadie toma vino por prescripción médica.  Lo cierto es que,  junto al tradicional “in vino veritas”,  ahora en Bolivia podemos proclamar, con los vinos de altura, “in vino salus”.

martes, 19 de junio de 2012

¡Salud! Campos de Solana y su producto con el doble de taninos


La nueva cosecha de Campos de Solana trae un propuesta doble en beneficios para la salud de las personas. "De lo bueno, poco, dirían algunos y eso es algo que se refleja en la vendimia 2012 de Campos de Solana; poca cantidad, pero gran calidad", afirma Nelson Sfarcich, viticultor de la Bodega.

De un rendimiento no muy alto de producción por hectárea de vid se puede esperar una mayor concentración de sabores y colores en las uvas.

De acuerdo al especialista, los pronósticos indican que los vinos blancos llegan con un mensaje aromático, fresco y de buena acidez, mientras que los tintos vienen frutales, carnosos y con taninos dobles; una buena noticia pues se sabe que el tanino de los vinos tintos,  consumidos con moderación, ayuda a mantener más limpias nuestras arterias y previene enfermedades cardiovasculares.

“Los taninos frutales procedentes de la piel de la uva macerada en el mosto son más saludables y finos, mientras que los taninos de la madera son algo más agresivos”, dice Sfarcich.

Los taninos son sustancias naturales, astringentes y amargas que proceden de la maduración de los hollejos y de la crianza en las barricas de madre. Al beber una copa de vino tinto, su presencia se siente en la lengua y las encías.

“El hecho de haber sido una vendimia más o menos alargada, influye en una mayor graduación alcohólica de los vinos y la óptima madurez de los frutos, aspectos que se reflejarán en la calidad de los productos”, explicó Sfarcich.

Características por la región

Todas estas características tienen que ver con la zona geográfica en la que están ubicados los viñedos de Campos de Solana.  Santa Ana, a pocos kilómetros de la ciudad de Tarija y a 1.850 metros de altura, ofrece una inmejorable exposición al sol de mañana y tarde, lo que genera óptimas condiciones de manejo para elaborar vinos de gran calidad, frutados, expresivos y ricos en antioxidantes. (Fuente: ERBOL)

jueves, 3 de mayo de 2012

El componente del tinto que evita la acumulación de grasa en las células

Kee-Hong Kim y sus colegas de la Universidad de Purdue, en Estados Unidos, han explorado el pieceatanol, compuesto poco estudiado que deriva del resveratrol. Éste último, de la familia de los polifenoles y presente en el vino tinto, es un compuesto conocido por sus propiedades antienvejecimiento y que también podría ser útil en la lucha contra la obesidad. Al ingresar en el cuerpo humano, el resveratrol se transforma en pieceatanol. Para profundizar conocimientos, el equipo de investigadores analizó cultivos de células y observaron que el pieceatanol podía bloquear el desarrollo de las células grasas. De ahí que Kim y sus colegas esperen que el hallazgo abra nuevas vías en la comprensión y el control de los mecanismos implicados en la obesidad. “El pieceatanol altera el ritmo de expresión de los genes, el rol de los genes y la acción de la insulina durante la adipogénesis, el proceso durante el cual las células grasas jóvenes se vuelven células grasas maduras”, explica Kim. “En presencia del pieceatanol, la adipogénesis se ve retardada e incluso completamente inhibida”, agrega. Según el investigador, la adipogénesis es un blanco molecular importante en el retraso o incluso la prevención de la acumulación de grasas en las células. Él y su equipo esperan que también lo sea en el almacenamiento de masa grasa. Sin embargo, existe un escollo importante: el hecho de que el pieceatanol se degrade muy rápidamente una vez que ingresa en el torrente sanguíneo. “Necesitamos mejorar la estabilidad y la solubilidad del pieceatanol para crear un efecto biológico”, concluye Kim. (Y. Saïdj – Thinkstock) Fuentes: - "Red wine, fruit compound could help block fat cell formation", comunicado de prensa de la Universidad de Purdue. 4 de abril de 2012 - Estudio: "Piceatannol, Natural Polyphenolic Stilbene, Inhibits Adipogenesis via Modulation of Mitotic Clonal Expansion and Insulin Receptor-dependent Insulin Signaling in Early Phase of Differentiation", Jung Yeon Kwon and al, Journal of Biological Chemistry

miércoles, 2 de mayo de 2012

Vinos extremos (EFE/Página Siete)

Los vinos de “Fin el mundo” proceden de vides asentadas en San Patricio del Chañar, en plena Patagonia argentina y a 39 grados de latitud Sur, literalmente en el fin del mundo; la bodega se ha levantado en plena zona desértica, azotada por constantes vientos, un sol intenso y escasas precipitaciones. El milagro del vino en las condiciones extremas de la Patagonia se obró a partir de 1996 gracias al canal de 20 kilómetros que condujo el agua del cercano río Neuquén, originado por los deshielos estivales de la Cordillera de los Andes. El riego presurizado de alta frecuencia permite el abastecimiento idóneo de 870 hectáreas de vides que dan lugar a unas uvas de “excelente sanidad” y “hollejo más duro” de lo habitual, que potencian el aroma y sabor de los vinos, en palabras de la experta argentina Elisabeth Checa. También se instalaron cortinas protectoras contra ese viento persistente que vuelve “medio loca” a la gente en la Patagonia, explica Checa. Los nuevos caldos patagónicos se han amoldado a los gustos del mercado gracias al trabajo de enólogos como el francés Michel Roland, para conseguir “un buen balance entre azúcar y acidez y, por lo tanto, vinos blancos delicados y tintos de color intenso, afrutados y de buen cuerpo”, apunta Checa sobre esta tierra “mágica”, antes conocida por los innumerables restos arqueológicos de los dinosaurios que la poblaron. También muy próximos al Polo Sur se elaboran los caldos de Nueva Zelanda, y en especial en su Isla de Sur, que ha inundado medio mundo con sus Sauvignon Blanc.

En tierra volcánica

Otros de los vinos más extremos del mundo son los malvasías de Lanzarote (Islas Canarias, España), por el lugar donde se asientan las vides, en tierra volcánica. La escasez de lluvia y la necesidad de proteger al viñedo del abrasador viento sahariano propician en Lanzarote una de las viticulturas más originales del mundo por la naturaleza de la isla, salpicada de protuberancias volcánicas y de una capa de ceniza que hace necesario excavar grandes hoyos en forma de cono invertido para que la cepa pueda hundir sus raíces. Además, para aumentar el efecto protector, se rodean las cepas con muretes de piedra volcánica en forma de semicircunferencia de unos 70 centímetros de altura, un símbolo de identidad del paisaje lanzaroteño. La singularidad de la viticultura lanzaroteña, donde resulta imposible la mecanización, hace que la producción de un litro de vino en la isla resulte diez veces más caro de lo habitual. Un costo que merece la pena, a juzgar por su calidad, de la que ya se hacía eco William Shakespeare en su obra Enrique IV, donde se puede leer: “Por mi fe que habéis bebido demasiado vino canario. Es un vino maravillosamente penetrante y que perfuma la sangre antes de que se pueda decir: ¿qué es esto?”.


De hielo y nieve

Otra de las joyas para los amantes de los vinos dulces son los denominados Vinos de Hielo, extraídos de viñedos helados de Canadá, Austria y Alemania con un exigente proceso que comienza con una vendimia realizada de noche y a diez grados bajo cero. Se trata de un vino surgido de la “casualidad” a mediados del siglo XVII, cuando en un año de grandes heladas los vendimiadores “se despistaron” y recogieron las uvas congeladas, que dieron lugar a un caldo “naturalmente dulce”, explica el importador de vinos español Dimas López Perea, quien califica estos “vinos helados” como “diferentes a todo”. Hasta 1960 sólo hubo unas 12 cosechas en las que volvió a repetirse “el milagro”, pero desde entonces en esos países se han multiplicado las bodegas especializadas, y hoy en día la producción alcanza los cinco millones de litros anuales, siempre y cuando se produzcan las heladas necesarias; su precio va en consonancia: una botella de 375 mililitros de Vino de Hielo ronda los 100 euros (unos 130 dólares). La vendimia para los Vinos de Hielo se realiza con las primeras heladas de enero, de noche y a una temperatura de diez grados bajo cero, y es fundamental que la uva llegue a la bodega a la misma temperatura a la que se recolecta, congelada y con el jugo cristalizado. Una fermentación larga, de unos tres o cuatro meses (en un vino normal el proceso puede durar 20 días) hacen el resto para lograr el “Vino de Hielo”. Los enólogos valoran también cada vez más la altitud a la que se plantan las vides en Bolivia, en especial en los valles de Tarija, que están a unos 1700 metros sobre el nivel del mar. Los vitivinicultores han obtenido vinos varietales como el Cabernet Sauvignon o el Syrah con calidad de exportación. Entre las marcas más pujantes están Concepción, Campos de Solana y otras marcas regionales (EFE Reportajes/Página Siete).

viernes, 13 de abril de 2012

Almacenamiento del vino


Es en la edad media cuando el almacenamiento del vino comienza a hacerse en barriles de madera, en lugar de ánforas de barro.Según crónicas de la época, la mayoría de los vinos se hacía vinagre al llegar la primavera. La protección contra la oxidación era escasa, aunque se empleaban algunas técnicas con objeto de aumentar la vida del vino, como recubrimientos de brea, empleo de resinas (antimicrobianos) y el uso de saborizantes que ocultaban el sabor del vino avinagrado. Tras la caída del Imperio Romano, la seguidilla de saqueos a conventos y monasterios, lugares donde había vino, hizo que las barricas fueran llevadas a los sótanos, junto a los demás víveres... De esa forma, el azar hizo que el vino encontrase un lugar ideal para reposar, creándose así las bodegas, la primera, gran y casual innovación para su conservación y comercialización.

Más adelante, aparece la botella de vino que en sus comienzos tenía un aspecto más redondo que alargado, debido a que era más fácil obtener esa forma al tratar el vidrio soplado (técnica de la época). Los avances en la composición del vidrio, con los que ya contaba la escuela veneciana en plena Edad Media, permitieron que en el siglo XVII las botellas tuvieran formas homogéneas y fueran resistentes al transporte de largas distancias; se tapaban con cera, lacre, yeso u otros medios disponibles, hasta que empezó a emplearse el quercus suber, el corcho. El uso del tapón aísla el vino del oxígeno de la atmósfera y le permite ir adquiriendo un bouquet característico; es la segunda innovación de la época. Asismismo, la aparición de los vinos espumosos necesita de mejoras técnicas en la fabricación de botellas capaces de resistir las presiones de gas (CO2) necesarias para terminar la fermentación. Las botellas de cristal de esa época rondaban entre los 700ml y 800 ml debido a que era la cantidad más fácil de ser transportada por una persona. A principios del 1 700 se empezaron a producir botellas más alargadas; las impurezas del vidrio les otorgaban un color verde o incluso más oscuras, lo que favorecía la conservación del mosto.

En 1821, una empresa inglesa de Bristol patentó una forma de elaborar mecánicamente botellas de la misma forma y nació la actual botella de vino.

En 1951, una empresa suiza da inicio al almacenamiento del vino en envases tetrapack.

lunes, 2 de abril de 2012

Humor al vino


Se preparaba con esmero una muestra de vinos y dos días antes del evento fallece el catador contratado para la ocasión; desesperado, el director del mismo comenzó a buscar alguien para reemplazarlo. Un viejo ex militar , borracho y sucio, se presentó para solicitar el laburo. Al director, aunque fastidiado, no le queda otra que ponerlo a prueba.

Le dan a catar y el sujeto sentencia: “es un Moscatel de tres años, elaborado con uvas
cosechadas en la parte norte de la región, madurado en un barril de acero. Es de baja calidad pero aceptable.“Correcto”, dice el director.

A la segunda cata, el postulante dice: "es un Cabernet de 8 años, cosechado en las montañas al sur de la región, madurado en barril de roble Americano a ocho grados de temperatura. Le falta aún tres años más para que alcance su más alta calidad". "Absolutamente correcto", exclama el director a quien le sigue incomodando el aspecto del hombre.

A la tercera, el catador, en toda su borrachera, vuelve a acertar: “es un Champage elaborado con uvas pinot blanc de alta calidad y exclusivas”.

El director no lo podía creer, le hizo un guiño de ojos a su secretaria para sugerirle algo.Ella salió de la habitación y regresó con una copa de orina.

El desarrapado la probó y, sin dudar, dobló la apuesta: “es una rubia de 26 años de edad, con tres meses de embarazo y, si no me dan el trabajo, digo quién es el padre”.

(Gentileza de Jorge Zelada)