sábado, 3 de marzo de 2012

Astrónomo añeja sus vinos con un meteorito


El británico Ian Hutcheon unió sus dos pasiones, la astronomía y la enología, para crear un singular vino añejado con un meteorito de cuatro millones de años de edad.

El vino, bautizado simplemente Meteorito, es un cabernet sauvignon procesado en la viña Tremonte, en San Vicente de Tagua Tagua, una localidad a 120 kilómetros al sur de Santiago de Chile.

El vino se llama así porque en el proceso de fermentación del zumo de uva se usa un pequeño trozo de meteorito de 7,6 centímetros de diámetro.

La idea que une sus dos pasiones es simple: ¿qué pasa si al vino, mientras fermenta en las famosas barricas de roble, se le introduce un meteorito procedente del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter ?

“Se vuelve más vivaz, su sabor es más rico y saturado”, dice Hutcheon, quien tiene el vino a la venta en su propio observatorio espacial, el Centro Astronómico Tagua Tagua.

“Cuando bebes este vino, estás bebiendo elementos del sistema solar”, afirma este aficionado y añade que “quise darle a todo el mundo la oportunidad de tocar algo venido del espacio: nada menos que la historia del sistema solar, y ‘saborearla’ a través de un gran vino”.

El curioso experimento de producción de vino “espacial” se puso en marcha en 2009. En abril de 2010 recogieron las uvas, que fermentaron durante 25 días.

Para la maduración posterior, pusieron el líquido en una barrica de madera durante 12 meses, donde también estaba el meteorito que hace unos 6.000 años cayó en el desierto de Atacama, en el norte de Chile.

El meteorito pertenece a un coleccionista americano, al cual no le importa que su inapreciable pedazo de roca espacial se marine en un barril de vino tinto durante 12 meses.

El Nano Vino

Otro ejemplar de vino inusual apareció recientemente en las tiendas de Amsterdam, la capital de los Países Bajos. La bebida se llama Nano Vino y según sus creadores la palabra “nano” no es una estrategia de mercadotecnia, sino que refleja la realidad.

La aparición de este vino es el resultado de la colaboración entre la empresa de diseño Next Nature con científicos de Amsterdam que se dedican a la aplicación de la nanotecnología a la industria alimentaria.

A primera vista Nano Vino no se diferencia de otros. Es un merlot de buena calidad, como afirman los expertos, pero esto sólo a temperatura ambiente. Cualquiera que compre este vino puede cambiar su sabor. Para ello será suficiente con poner la botella de vino en el microondas. Depende de la temperatura cambiar su sabor, color y olor.

Estos efectos se logran mediante el cambio de las propiedades de los compuestos moleculares que dan sus características al vino.

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