lunes, 31 de octubre de 2011

La Bodega del Rock (por María Encina Carballo Blanco)


Bienvenido(a) a la Bodega del Rock, un lugar donde podrá conocer los mejores caldos producidos o inspirados por las estrellas de rock para deleite de los paladares más selectos y rockeros del mundo.


Comenzamos nuestra cata virtual con el vino “Dark Side of the Moon”, un delicioso Cabernet Sauvignon  de  2006 con aroma a grosella y cereza, y sabor a vainilla tostada con un toque de chocolate. Un maravilloso vino tinto, ideal para acompañar con carnes rojas, inspirado en el famoso álbum  de grupo Pink Floyd, y producido por la empresa Wines that Rock. Imprescindible en la bodega de cualquier amante del rock.


Continuamos degustando virtualmente los vinos “Forty Licks”, “Simpathy for the Devil” y “Satisfaction”. Como ya habrás adivinado, estos tres vinos están inspirados en los Rolling Stones. “Forty licks” es un Merlot de 2007 con aroma a cerezo negro y vainilla, y sabor a cerezas, ciruelas, cerezas, azúcar morena, canela y cedro. “Simpathy for the Devil” es un Pinot Noir de 2005 con aroma a mango, pera y fresas de 12 grados. Se puede adquirir por 125 dólares por botella. “Satisfaction” es otro Cabernet Sauvignon de 2007, rojo púrpura, con aroma a  moras, grosellas, vainilla, y un sabor  muy suave y atercipelado.  Para tenerlo en tu bodega sólo tendrás que desembolsar 50 dólares por botella.


Jerry García, el fallecido guitarrista de los Grateful Dead, se metió a viticultor después de comprar unos grandes viñedos  en california. Su bodega tiene en stock varias cosechas que van de 2000 a 2006. Todas las botellas llevan preciosas etiquetas que  muestran cuadros que el propio Jerry pintó hasta 1995, año en que murió. Estos vinos se pueden adquirir desde 11 dólares, dependiendo la cosecha que elijamos.


Bob Dylan entró en el negocio de los vinos después de que un fan italiano, llamado Antonio Terri, le hiciera llegar varias botellas de su propio vino con una nota en la que le preguntaba si  le gustaría tener un vino con su nombre. Al final, Dylan se asoció con él para producir un vino al que llamaron “Planet Waves”, como su famoso álbum de 1974.


Elvis Presley también tiene su propio surtido de vinos. El primero de ellos, “The King of Rock and Roll” es  un Cabernet sauvignon de 2005 envejecido en  las bodegas de Graceland. Pero si prefieres un Merlot, tendrás que comprar el “Jailhouse Rock”, un vino atrevido y sexy de 14 grados. Si lo tuyo son los Chardonnay, entonces tu vino es el “Blue Suede”, un vino fresco y vibrante con aroma a frutas tropicales, manzanas y peras. Pero si lo que pretendes es sorprender a tus invitados, nada mejor que el Riesling “Blue Hawaii”, un exquisito vino blanco con aroma a frutas tropicales, como el lichi o la pera asiática, y sabor a albaricoques con un toque de lima-limón. En la actualidad, los vinos de Elvis se pueden adquirir a 13 dólares ppor botella.

 

El vino del grupo Police se llama “Synchronicity Red Wine Blend”. Para hacer honos a su nombre, se han unido, en perfecta sincronización, una variedad de uvas (Cariñena, Zinfandel, Syrah, Petite Syrah, Garnacha y Viognier). El resultado: un magnífico vino tinto de 14.5 grados. Su precio es de 17 dólares por botella.



Otro vino que no puede faltar en tu bodega es el vino de los AC/DC. Tienes cuatro clases distintas para elegir: los tintos “Back in Black” y “Highway to Hell”, el blanco “Hells Bells” y el  Oporto “You Shook me all Night Long”. Pero para adquirirlos tendrá que ir a Australia ya que, de momento, sólo se comercializan en ese país. El precio de cada botella ronda los 17 dólares.

 

Las uvas del vino de Motorhead, “Motorhead Shiraz”,  también proceden de Australia. Este delicioso vino tinto con aroma a vainilla, mora, ciruela, eucalipto y regaliz, se agotó tan sólo en una semana. Ante ese inesperado éxito, el grupo  decidió ampliar su oferta con unos exclusivos juegos de copas y vasos con el logotipo del grupo y el nombre del vino.

 

En el merchandising de KISS se puede encontrar de todo, así es que si te quieres entonar con sabor a heavy metal, nada mejor que el Cabernet Sauvignon cosecha 2002 de KISS. Puedes elegir entre tres etiquetas y el precio es de 70 dólares.


El vino de Iron Maiden se llama “Iron Maiden Eddie’s Evil Brew” y es un merlot chileno que cuesta 15 dólares.

 

Por su parte, el vino “Deep Purple”, elaborado con uvas de Lodi, en California, tiene 13.6 grados de alcohol. Dicen los que lo han probado que es una “bomba de placer frutal” con aroma a mora, cereza, ciruela y un toque de especias. Todo un festín para el paladar por el módico precio de 12 dólares por botella.

 

El cantante de Mötley Crüe, Vince Neil, con las uvas de sus propios viñedos ha elaborado un delicioso Cabernet Sauvignon  y un exclusivo Chardonnay, que vende con sus correspondientes certificados de autenticidad a 150 dólares por botella.

 

El vino de Geoff Tate, cantante de Queensrÿche, es un auténtico vino con espíritu de rock and roll. Bajo el nombre de “Insania White”, cosecha 2008, este vino se puede adquirir a 35 dólares por botella.

 

Otro caldo indispensable en tu bodega rockera es el “Cherry Pie Red” del grupo Warrant. Con un delicado sabor a cerezas y frambuesas, y un toque a café y tabaco, este vino es ideal para acompañar platos picantes y carnes. Su precio: 40 dólares.

 

El “Whitesnake Zinfadel” de 2010, según David Coverdale, cantante de Whitesnake, es un vino “descarado, sexy y resbaladizo”, muy apropiado para cuando estás en buena compañía en el jacuzzi de tu casa. Un placer al alcance de cualquiera, ya que vale 32 dólares.

 

Eric Clapton también tiene un vino con su nombre. Fue elaborado por la bodega Mission Estate Winnery, quien quiso distribuirlo durante un concierto del guitarrista. Pero Clapton se negó en rotundo porque desde finales de los 80’s ha prohibido vender bebidas alcohólicas en sus conciertos.
(Tomado de www.anecdotariodelrock.blogspot.com)

domingo, 30 de octubre de 2011

La vuelta al mundo en 80 bodegas

                                       

                                                        Dominus - Herzog & de Meuron
                                  

Nos guste o no el vino, el enoturismo se ha consolidado como una modalidad de ocio que conjuga alta gastronomía, paisajes idílicos y arquitectura vanguardista. Los mejores caldos envejecen en auténticas catedrales diseñadas por Frank Gehry, Santiago Calatrava o Norman Foster.

El enoturismo es un concepto de viaje que conjuga vino, con alta gastronomía y pasajes idílicos, ecuación en la que no pueden faltar las grandes bodegas, que han apostado por la modernidad.

Santiago Calatrava, Frank Gehry, Norman Foster, Herzog & Meuron o Zaha Hadid son algunos de los arquitectos que han puesto su arte al servicio del vino.

Los resultados tan rompedores como bellos, pero sin restar solera ni tradición y a todas las bodegas les une su respeto por los entornos naturales en los que se ubican.

La cultura del vino, con siglos a sus espaldas, no deja de reinventarse. El enoturismo es un concepto de viaje, cada vez con más adeptos, que conjuga vino, con alta gastronomía y pasajes idílicos, ecuación en la que no pueden faltar las grandes bodegas, que han apostado por la modernidad y el respeto al entorno poniéndose en manos de los mejores arquitectos.

Santiago Calatrava, Frank Gehry, Norman Foster, Herzog & Meuron o Zaha Hadid son algunos de los arquitectos que han puesto su arte al servicio del vino con resultados tan rompedores como bellos, pero sin restar solera ni tradición.

Entre los viñedos de la Rioja, tradicional tierra de vinos en el norte de España, despuntan los grandes nombres de la arquitectura internacional, una ruta enológica que se convierte en un paseo para los sentidos.


De la mano de Frank O. Gehry se llega a la "Ciudad del Vino", de las bodegas Marqués de Riscal, donde hotel, restaurante y spa de vinoterapia se reparten bajo las caprichosas formas del tejado que son la marca del creador del Museo Guggenheim de Bilbao.

Con su espectacular edificio, Marqués de Riscal ha logrado reforzar e internacionalizar su imagen, y transmitir los valores de "tradición y vanguardia" que caracterizan a la bodega, explican desde el grupo.

Recubierto de titanio, el edificio se viste de rosa, como el vino tinto; oro, como la malla de las botellas de Riscal, y plata, como la cápsula de la botella, gracias a la creatividad de Gehry, quien sabe transmitir "innovación y vanguardia", lo que, unido a una tradición de 150 años de historia, "hace que sea un tándem muy afín" a los valores de la marca.


Con el paisaje de la sierra de Cantabria (norte de España) como telón de fondo, el perfil sinuoso de las Bodegas Ysios, surgidas de la mano de Santiago Calatrava, refleja "la sublimación de una hilera de barricas" gracias a una composición vanguardista y "perfectamente acoplada con el paisaje", explica su página web.

El arquitecto creó un espacio "singular y vanguardista" concebido como "lugar de culto y elaboración de vinos de máxima calidad". Una bodega cuya elemento clave es la cubierta, revestida de aluminio natural, que contrasta con la calidez de la fachada, formada por láminas de madera cuperizada, es decir tratada con un protector orgánico.

El corazón de la ribera del Duero, que da nombre a la otra gran denominación de origen de los vinos españoles, sirve de marco al proyecto de Norman Foster para Bodegas Portia, un diseño en forma de estrella en hormigón, madera, acero y vidrio que surge de la tierra como "el cobijo, el hábitat y la antesala de los vinos que en ella se elaboran", relata su página web.


Las Bodegas López de Heredia Viña Tondonia, en La Rioja Alta, han incorporado a sus edificios tradicionales una boutique firmada por la arquitecta iraquí afincada en Londres Zaha Hadid, que alberga una pequeña joya, el stand modernista con que la firma participó en la Exposición Internacional de Bruselas en 1910.

Hadid, según la bodega, puso de manifiesto su sensibilidad "a la hora de integrar tradición y modernidad, vino y estética, naturaleza y arquitectura" y concibió una estructura que sirviera de cubierta para el stand modernista de 1910 y pudiera servir como base para una estructura fija que se colocaría definitivamente en las bodegas.

Pero este viaje por la arquitectura del vino también lleva hasta América, para recalar en localidad argentina de La Consulta, a los pies de la cordillera de los Andes, donde la familia Ortega Gil-Fournier ha creado una bodega boutique para la que ha buscado "un diseño emblemático que representara la vitivinicultura del Nuevo Mundo" y ya se dispone a crear una nueva en Chile.



Una bodega, obra del estudio Bórmida y Yanzón de Mendoza, en la que se apostó "por un diseño rompedor que no deje al visitante inerte", que provoque una reacción "ya sea positiva o negativa" pues, según fuentes de la empresa, siempre tuvieron clara "la importancia de la arquitectura como legado para generaciones futuras de sus edificaciones".

Arquitectura y entorno

Además de los trabajos de grandes arquitectos todas estas bodegas tienen en común que ofrecen visitas y otros atractivos para el turista como hotel o restaurante, pero sobre todo les une su respeto por los entornos naturales en los que se ubican.

Así, en el caso del grupo Fournier, erigir una bodega a sólo 12 kilómetros de los Andes "hacía fundamental un pensamiento de mimetización con la inmensidad de la belleza de Cordillera", por lo que se decidió "utilizar paredes de cemento y un tejado de color oscuro para minimizar la contaminación arquitectónica del entorno".

La creación de Norman Foster para Portia con su forma de estrella ha establecido "un diálogo entre el mundo interior del edificio y el paisaje exterior", señala la bodega en su web. Mientras, Gehry analizó "durante mucho tiempo" cómo sería su edificio para Marqués de Riscal, "cómo contrastaría con el entorno" para lograr "un impacto visual muy interesante", según la firma.

También la obra de Calatrava para Ysios está "perfectamente integrada en el entorno" y su construcción es hoy en día "un símbolo paisajístico en el entorno".

Este viaje enoturístico podría pasar por otros muchos lugares como la bodega Dominus en el estadounidense valle de Napa, creada por los suizos Herzog & de Meuron o la "Aldea del vino" de la española CVNE, que hace años recuperó para el público la nave sin columnas construida por el ingeniero Gustave Eiffel a finales del lejano siglo XIX. (Carmen Rodríguez, EFE)

    CVNE

jueves, 27 de octubre de 2011

El vino del futuro estío





Bodegueros, científicos, técnicos gubernamentales y de la sociedad civil buscan elaborar un plan estratégico sobre cambio climático hasta 2020 que abarque todas las regiones vitivinícolas de Argentina.

Incluso alteraciones leves de temperatura pueden desbaratar la calidad del vino, una industria refinada a lo largo de siglos en estrecho lazo con suelos y microclimas locales.

En la provincia de Mendoza, recostada sobre la cordillera de los Andes en el oeste de Argentina, viñedos y bodegas ya se preparan para entender –y aprovechar si es posible– lo que les depare el cambio climático.

Estamos en la región de Cuyo, montañosa y árida, que concentra la principal producción vitivinícola de América del Sur, tanto en superficie cultivada como en cantidad de vino.

"Hay indicios de que algunos cambios se están produciendo en la temperatura y también en el régimen de precipitaciones, y eso puede afectar la calidad de los vinos", comentó a Tierramérica el agrónomo mendocino Martín Cavagnaro.

Un grupo de bodegueros de esta provincia son los más inquietos en impulsar el desarrollo de conocimientos para adaptarse al calentamiento global, según Cavagnaro, coordinador del flamante Foro Intersectorial Argentino por la Vitivinicultura Sustentable (Fiavis) que unió a bodegas, científicos, instituciones gubernamentales y de la sociedad civil.

El clima de base define el tipo de vino que una región puede producir. Y la variabilidad climática determina diferencias de calidad de los mostos de una vendimia a otra.

El cambio climático incide en el clima de base y en la variabilidad y, por eso, puede "producir cambios en la personalidad de los vinos regionales", señala el informe "Efectos del Cambio Climático sobre la Industria Vitivinícola de Argentina y Chile", publicado en 2009 por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC).

En la región vitivinícola sudamericana que se extiende a ambos lados de los Andes, la temperatura mínima en 2050 habrá subido más de un grado respecto de la actual, y las precipitaciones continuarían reduciéndose, indica el estudio, que se basa en los escenarios socioeconómicos A2 y B2 trazados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.

La mayoría de los ríos tendrán menos caudal, por lo que el riego será más necesario que ahora, y podría haber vientos más fuertes en algunas zonas.

Cada variedad de vid tiene zonas climáticas óptimas para desarrollarse, como el Malbec en el Cuyo.

"La temperatura y otras condiciones físicas del suelo tienen una influencia directa durante la maduración", advierte el estudio de PricewaterhouseCoopers.

Si el ambiente es muy frío, la uva no tendrá la necesaria concentración de azúcar y dará un vino escaso de aroma, con demasiada acidez y pobre color. Si el calor es excesivo, los problemas serán inversos.

En Luján de Cuyo, a 18 kilómetros de la capital mendocina, el Malbec es la variedad por excelencia, y su fama es mundial. Aquí reinan las fincas con sus ordenados viñedos. Algunas tienen sus propias bodegas, como la famosa Norton, fundada en 1895 y que exporta a más de 60 países.

La empresa tiene 1.200 hectáreas de viñedos y produce unos 120.000 hectolitros por año de distintas variedades, combinando el cuidado artesanal en barricas de roble con modernos tanques de acero que brindan un control exacto de la temperatura.

Con 16,3 millones de hectolitros, Argentina es el quinto mayor productor vinícola del mundo, el noveno en extensión de vides y el octavo en cantidad de uva, según las estadísticas de la Organización Internacional de la Viña y el Vino para el año 2010.

Si bien los impactos del calentamiento no afectarán igual a todas las vides y zonas, sí podrían determinar "la viabilidad futura de una región para producir una determinada variedad de vid que, en el presente, es explotada”, señala el estudio. O viceversa.

"Sabemos que hay variedades que antes no se adaptaban al clima y que ahora, con el aumento de la temperatura, pueden rendir bien, por eso creemos que la frontera vitivinícola podría extenderse", apuntó Cavagnaro.

Y ya se está extendiendo. Un viñedo de 20 hectáreas vive y prospera en la austral y fría provincia de Chubut. "Antes esto era impensable", aseguró.

Pero cada rincón de la cambiante geografía andina y cuyana tiene su propio microclima y suelo, y las vides que mejor se dan en ellos. De momento es imposible trazar modelos climáticos con ese grado de precisión.

Para Cavagnaro, el estudio de PwC abarca una región demasiado amplia.

Lo mismo apuntó el agrónomo Pablo Minatelli, de Norton. "La escala geográfica de los modelos es gigante en relación con los valles y fincas. Hay un alto grado de incertidumbre", dijo a Tierramérica. El Fiavis es un intento de "avanzar en el conocimiento de esas variables".

"Nos ayudará a poner en evidencia problemas ahora ocultos o desconocidos, y tratar de evitarlos", concluyó.

Crear conocimientos y difundirlos es la primera y más requerida medida de adaptación. Optimizar el uso del agua y del suelo, modernizar las técnicas de siembra, mudar ciertas variedades a zonas más altas y frías, reemplazar otras y echar mano a la mejora genética, son algunas de las acciones recomendadas.

De hecho, el calentamiento está provocando alteraciones en otras regiones vinícolas del mundo, y en Australia, Nueva Zelanda y Chile se desarrollan nuevas variedades genéticas que puedan adaptarse mejor a las sequías sin alterar la calidad, apuntó Cavagnaro.

El Fiavis también contribuirá a obtener financiamiento para investigaciones e intercambio de experiencias sobre otros requisitos de exportación, como la reducción de las huellas de carbono e hídrica que genera la vitivinicultura.

Además, no se trata de trabajar solo para Mendoza, donde están los principales viñedos, hay que incluir otras zonas que también producen vino como Salta, en el norte, o Río Negro, en el sur. De hecho hay vitivinicultura en 12 provincias argentinas.

"Queremos sensibilizar a los productores sobre los beneficios del desarrollo sustentable, y elaborar un plan estratégico para 2020 que abarque todas las regiones vitivinícolas del país", anunció.

Para esas proyecciones, el foro contará con el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales, que estudia el comportamiento de los glaciares andinos.

El riego en el Cuyo proviene del deshielo de alta montaña y los glaciares, otra razón por la que el calentamiento es una preocupación central de la zona. Mendoza fue la primera provincia que creó una agencia gubernamental dedicada exclusivamente a analizar el impacto del cambio climático. (marcela Valente)

domingo, 23 de octubre de 2011

La Prensa: Producción de vinos aumentó en 50%


Son 22 las empresas vitivinícolas en Tarija, pero sólo ocho son importantes.

La producción de vinos en Tarija aumentó en 50  por ciento durante los últimos tres años, informó el director de Desarrollo Industrial y Manufacturero de la Gobernación de Tarija, Martín Calleja. “La producción de materia prima se incrementó en 50 por ciento en los últimos dos a tres años. Ése es un dato importante porque demuestra que se está empezando a generar una mayor producción de vinos”.

Informó que el consumo de vino nacional está en ascenso y que la población consumidora reconoce la calidad de la uva boliviana.“Hace muchos años se valoraba más el vino argentino, la marca, que el vino nacional. Hoy, la gente está empezando a valorar la producción vitivinícola nacional en los diferentes eventos que se celebran”.

Calleja dijo que la producción de vinos tiene a Chile y Argentina como “competidores natos”, pero que los vinos denominados de altura no pueden ser comparados con los de producción extranjera.
Apoyo. La Fundación FAUTAPO, a través de su Programa de Fortalecimiento del Complejo Uvas, Vinos y Singanis (PFCUVS), y la Asociación Nacional de Industriales Vitivinícolas (ANIV) firmaron un convenio de cooperación que supera los 170.000 dólares de inversión, con el propósito de apoyar el desarrollo de la vitivinicultura nacional a través de acciones conjuntas.

En el caso del mercado externo, se pretende desarrollar el plan de acción 2012-2013 para definir mercados nicho y de esa forma tener un mejor accionar en estos espacios previamente identificados.

El convenio involucra a las bodegas afiliadas a la ANIV, bajo el programa “Vinos de Bolivia”, que en 2010 eran cinco y este año suman 11: ocho de vino y tres de singani, entre ellas, Casa Grande, Campos de Solana, Casa Real, Los Parrales, La Concepción, San Vicente, Aranjuez, Kohlberg, Magnus y Uvairenda.

La Fundación FAUTAPO aporta con 140.000 dólares en este convenio, mientras que la ANIV presupuestó 35.000 dólares para desarrollar las acciones, en principio, hasta diciembre de 2011.

CONTRABANDO. Calleja sostuvo que para contrarrestar el contrabando, se aplicará una serie de  medidas con varias entidades relacionadas para controlar el comercio ilegal. “Se está procediendo a tener un mayor control en lo que es el contrabando de vinos, especialmente en los productos que son de baja calidad y que pueden causar daños a la salud de la población. Entonces, se está procediendo a realizar muchos decomisos”. 550 metros sobre el nivel del mar. A esta altura se producen habitualmente los vinos en el mundo.

La frase
“La producción de vinos en Tarija es una de las industrias más fuertes. Se han creado mayor cantidad de empresas en el sector vitivinícola para nuevas variedades con apoyo institucional”.
Martín Calleja / DIRECTOR

Lo que se debe saber sobre el vino boliviano

SUS RAÍCES
Las primeras plantaciones de vid en Bolivia se hicieron en Mizque, departamento de Cochabamba.

EN TARIJA
En 1584 llegó el cultivo de la vid al departamento de Tarija, actualmente el mayor productor de uva en Bolivia.

LA EXPORTACIÓN
En 1998, la exportación de los vinos Campos de Solana dio inicio a la venta del vino boliviano al mundo.

NIVEL DEL MAR
El vino boliviano está asentado en un área cuya altura fluctúa entre 1.500 y 3.000 msnm.

sábado, 22 de octubre de 2011

Vino lexicón (M-N-O)



Maceración. Contacto del mosto o el vino con sus hollejos para extraer materias colorantes y componentes del extracto de los aromas. Se utiliza generalmente en la elaboración de los tintos.
Maduración. Proceso biológico en la uva mediante el cual una serie de sustancias ácidas se transforman en azúcares.
Madurez. Momento óptimo de la vendimia.
Moho. Hongo generalmente microscópico que se desarrolla en situaciones de humedad, temperatura y aireación. Defecto del vino causado por uvas atacadas por hongos (botrytis, mildiu) o por haber estado en recipientes enmohecidos.
Mosto. Zumo fresco de uva que no ha iniciado la fermentación.

Nariz. Conjunto de cualidades olfativas de un vino.
Nervio. Término que se aplica aun vino rico en componentes ácidos, materias minerales y taninos. Vino con carácter.

Oxidado. Vino alterado grave e irreversiblemente por la acción del oxígeno. Tales alteraciones afectan al color, aroma y comportamiento en la boca del vino.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Escena de la película "Entre Copas"



- ¿Te puedo hacer una pregunta personal, Miles? Por qué te interesa tanto la pinot… digo, tienes como una obsesión.

- No lo sé, no losé. Es difícil criar esa uva; tú sabes, ¿no?... tiene la cáscara delgada, es temperamental, madura temprano… no es una sobreviviente como la cabernet que puede crecer en cualquier parte, aun cuando la descuiden. No, la pinot necesita cuidado y atención constantes. Es más, sólo puede crecer en unos… rincones muy específicos, escondidos del mundo. …Y sólo los agricultores muy pacientes y cuidadosos la pueden criar. Sólo aquellos que se toman el tiempo para… entender el potencial de la pinot… pueden atrapar su expresión más completa. Y, además, digo… sus sabores son de lo más inolvidable y brillante y… emocionante y sutil y… antiguo del planeta. Los cabernets pueden ser poderosos y exaltadores, pero me parecen vulgares… por alguna razón –en comparación-. ¿Y tú?...

- ¿Yo qué?...

- ¿Por qué te interesó el vino?...

- Mi ex esposo fue el que me introdujo al campo… tenía una cava grande y ostentosa, tú sabes… y descubrí que yo tenía un paladar muy fino. Y mientras más bebía… más me gustaba en lo que me hacía pensar.

- ¿Cómo en qué?...

- Como en lo impostor que era…

(sonrisas)

- … digo, me gustaba pensar en la vida del vino. Es como una cosa viva. Me gusta pensar en lo que pasó durante el año que crecieron las uvas… en como brillaba el sol… si llovió… me gusta pensar en toda la gente que cuidó y cosechó las uvas… y, si se trata de un vino añejo, en cuántas de esas personas ya están muertas. Me gusta cómo el vino sigue evolucionando. Si abro una botella de vino hoy… sabe diferente a abrirla cualquier otro día, porque una botella de vino está viva… y está evolucionando constantemente y adquiriendo complejidad, hasta que llega a su mejor punto –como tu “ ’61 ”-… y luego empieza su continuo e inevitable deterioro… y sabe tan condenadamente rico…